Paracentrotus lividus (Actual)
Paracentrotus lividus (Actual)

    Los erizos de mar están provistos de espinas que recubren su superficie. Dependiendo de cada especie tienen, entre otras, forma puntiaguda, con una finalidad indiscutiblemente defensiva; de maza, seguramente para servir de anclaje en huecos; planas, a modo de las losas de un pavimento en algunos casos, para ofrecer menor resistencia a corrientes u oleajes, e incluso finísimas y delicadas para crear pequeñas corrientes que conduzcan el alimento hacia la boca.

    Normalmente, al morir el erizo, las espinas se desarticulan del caparazón y se pierden, o se dispersan en los alrededores merced a corrientes, oleaje, el movimiento del medio, etc. Por esto en la mayoría de los casos únicamente se encuentra el caparazón sin su recubrimiento espinoso.

    Pero no siempre es así. En otras ocasiones las espinas del erizo se hallan en sus proximidades, e incluso pueden encontrarse fosilizadas en conexión con el caparazón, en su posición natural. Esto ocurre cuando el medio en el que vivía el erizo era lo suficientemente tranquilo para no desarticularlo, o el enterramiento lo bastante rápido... resultando ser unos inhabituales y hermosos hallazgos.

 

Granopatagus inermis (Actual)
Granopatagus inermis (Actual)